Cómo aprender a ser asertivo

Eres una persona única e irrepetible. Tú puedes aportar tu propia esencia a los demás. Por tanto, pon en valor tu propia voz y tus puntos de vista. No se trata de imponer tus opiniones, sino de expresarlas con naturalidad. En ocasiones, las personas evitan mostrar sus opiniones por temor al conflicto.

Si alguna vez te has sentido de este modo, entonces, empieza a tomar la iniciativa de mostrar tus opiniones en acciones sencillas y concretas. Por ejemplo, si has quedado para ir al cine con tu grupo de amigos, expresa claramente qué películas te interesan especialmente y cuáles no quieres ver.

¿Cuántas veces sufres por tus propias contradicciones internas al haber dicho sí a algo que realmente querías decir no? "No" es una palabra breve, sin embargo, produce tal impacto psicológico en la mente de quien pronuncia este mensaje que, cuando una persona tiene un bajo nivel de asertividad, sufre al establecer límites.

Recuerda que cuando dices no a la petición de otra persona, no estás rechazando a ese alguien, simplemente, estás poniendo en práctica tu capacidad de decidir. Deja de justificarte por todo como si realmente tuvieses que hacerlo. El lenguaje es rico y amplio. Por tanto, utilízalo para abrir puertas.

¿Cómo aprender a ser asertivo en la práctica?

Imagina que un amigo quiere hablar hoy contigo para contarte un asunto importante, pero tú has tenido un día horrible y no tienes una buena disposición para centrarte realmente en esa conversación. En ese caso, puedes expresar un mensaje asertivo de este tipo: "Muchas gracias por compartir conmigo lo que te ha ocurrido. Hoy he tenido un mal día y estoy muy cansado. Si te parece, podemos hablar mañana. Entonces, podré dedicarte el tiempo y la atención que mereces".

Con mucha frecuencia, nos movemos en un marco reducido de preguntas cerradas que solo admiten la respuesta de "sí" o "no". Sin embargo, es importante que hagas un uso positivo del lenguaje para utilizarlo en toda su amplitud de matices.

Otro secreto para ser más asertivo es expresar los mensajes en primera persona. Por ejemplo, imagina que con frecuencia te enfadas con un amigo porque llega con retraso a los planes y siempre tienes que esperar. En ese caso, un error frecuente es caer en el reproche a través de mensajes del tipo "eres un impuntual".

Para ganar asertividad, intenta expresar tus peticiones siguiendo la esencia del "yo". Por ejemplo, puedes expresar esta idea: "Cuando llegas tarde a nuestros planes, siento que no valoras mi tiempo y eso me hace sentir tristeza". Cuando expresamos una idea en primera persona despertamos más empatía en el otro. Es decir, la asertividad invita a la comprensión.

Aunque el lenguaje abre puertas cuando se utiliza correctamente, recuerda que no solo expresas un mensaje por medio de la palabra. Es importante que tu tono de voz también esté alineado con la información del mensaje verbal y del lenguaje corporal. Actualmente, existen muchos medios diferentes de comunicación. Sin embargo, si tienes que abordar algún asunto importante, es mejor que hables con esa persona cara a cara, puesto que el contacto visual crea un clima de confianza emocional.

Otra de las mejores técnicas para ser asertivo es cuidar tu comunicación: "Gracias", "lo siento", "te quiero" y "por favor". Palabras bonitas, sencillas y constructivas que, utilizadas en el contexto adecuado, son un claro ejemplo de asertividad. Es decir, no dudes en pedir disculpas si te has equivocado. Agradece los gestos bonitos que otras personas tienen contigo en la rutina cotidiana.

Expresa tus sentimientos de afecto con libertad y naturalidad. En el trabajo, recuerda que la fórmula "por favor" genera empatía y amabilidad. El lenguaje construye tu realidad. Por tanto, intenta que tus palabras sean positivas y amables.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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